Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


John Banville, The infinities, Vintage, New York, 2011.


“One of the pleasures of working in the novel form is the challenge of finding new ways to present old things”, opina John Banville, el escritor irlandés distinguido con el Premio Booker en 2005 por su novela The sea. La obra más reciente de Banville, The infinities, logra justamente esto de manera paradójica: trata sobre las reacciones humanas ante la muerte recurriendo a los orígenes de la literatura occidental, los mitos griegos.

En un día de verano, la familia Godley se reúne para acompañar a su patriarca, el famoso matemático Adam Godley, en sus últimos días de vida. Sin saberlo, están acompañados por los dioses griegos Zeus, Hermes y Pan. La mezcla de personajes abre paso a una narración y análisis psicológico sobre lo que puede causar el enfrentamiento con la muerte, expuesto mediante el lenguaje lírico característico de Banville. El uso de la lengua nos demuestra que estamos, como ha hecho notar George Steiner, frente a uno de los grandes estilistas de la lengua inglesa.

La novela está narrada principalmente por Hermes, el dios mensajero. Aunque la narración ocurre en primera persona, Hermes es prácticamente omnisciente, de manera que nos enteramos sobre los pensamientos y sentimientos de todos los personajes. Al observar a los integrantes de la familia Godley, Hermes expone los tormentos que enfrenta cada uno: el arrepentimiento, la inseguridad, la depresión, la enfermedad, el alcoholismo, entre otros.

El tiempo es otro elemento de la construcción de la novela que resalta la habilidad narrativa de Banville. Las descripciones y la historia crean cierta confusión ante el tiempo en el que están situados los acontecimientos. La descripción de la antigua casa al principio del libro -el ambiente rural en el que está situada, alejada de la sociedad urbana, y su construcción y decorado- nos remite al pasado. Sin embargo, mediante avanza la historia se revelan ciertos detalles que insinúan que estamos en el futuro, como el hecho de que se ha descreditado la teoría de la evolución y se utiliza agua salada como fuente de energía. Esta confusión aumenta cuando se presentan pequeñas discrepancias con nuestra realidad: al gato de Schrödinger se le llama gato de Schrösteinberg y una referencia a Shakespeare indica que escribía biografías. Combinando esto con el descubrimiento que hizo famoso a Adam (que hay un número infinito de universos y posibilidades existentes), podemos deducir que tal vez el universo de los Godley no es el mismo que el nuestro.

Páginas: 1 2

Publicar un comentario