Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


John Banville, The infinities, Vintage, New York, 2011.


La novela abunda en referencias transparentes a lo divino y lo mitológico. El nombre Godley y el “Sky Room” en el que se encuentra Adam con sus siete escalones son solo un par de ejemplos de las referencias al mundo divino. Aparte de la presencia de los dioses, un homenaje al mundo y la mitología griega aparece en la alusión al mito de Anfitrión. Como se recordará, mientras éste se encontraba ausente, Zeus adoptó su forma y se acostó con Alcmena, su esposa, que más tarde tendría relaciones con el verdadero Anfitrión. Esto es lo mismo que le sucede a Helen (otro guiño a la Grecia antigua), la esposa del hijo de Adam. Helen además representará a Alcmena en una producción local sobre Anfitrión. Banville ha dicho que su intención inicial en la obra era centrarse completamente alrededor de este mito, pero que la historia evolucionó de una manera distinta a la que él había pensado. Estos elementos se introducen en la obra de una manera cómica e irónica, mostrando otra vez el don novelístico de Banville.

Hacia el final de la novela, Hermes reflexiona sobre la condición humana: “This is the mortal world. It is a world where nothing is lost, where all is accounted for while yet the mystery of things is preserved; a world where they may live, however briefly, however tenuously, in the failing evening of the self, solitary and at the same time together somehow here in this place, dying as they may be and yet fixed forever in a luminous, unending instant”. The infinities nos muestra, a través de la interacción de los dioses y hombres, las posibilidades de la vida. El descubrimiento de Godley y sus pensamientos ante la muerte exponen la convicción que Banville intenta transmitir: las posibilidades pueden ser infinitas, pero al final sólo podemos percibir y vivir una vida.

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