Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


Varlam Tíjonovich Shalámov, Relatos de Kolimá. Volumen VI, Ensayos sobre el mundo del hampa, Minúscula, Barcelona, 2017, 215 pp.


En este volumen de los Relatos de Kolimá, Varlam Shalámov golpea y derriba, a modo de presentación, la que considera una visión absolutamente distorsionada del mundo del crimen por parte de los grandes autores de la literatura rusa y europea, a quienes acusa de no haber comprendido en qué consiste ser un criminal, y por ende haber romantizado injustamente la figura del hampón: “Por caprichos de la historia, los defensores más manifiestos de la conciencia y el honor, del tipo de, por ejemplo, Victor Hugo, han dedicado no pocos esfuerzos a ensalzar el hampa […]. No pocos muchachos buscaban relacionarse con los “miserables” de carne y hueso después de leer sus novelas. El alias de ‘Jean Valjean’ sigue presente hasta hoy entre los hampones”.

Es a partir de esta indignación que Shalámov se autodesigna el encargado de mostrar la cara real del mundo de la mafia rusa a mediados del siglo XX, pues él mismo la sufrió en carne propia durante sus veinte años de condenas a trabajos forzados. Por ello, en este sexto volumen de los Relatos se dedica exclusivamente a retratar cómo eran realmente los criminales en los campos, dejando en claro que los ladronzuelos que aparecen en las obras literarias guardan muy poca relación con la realidad: “Todos los Petrov, Luchka, Sushílov y Gaguin, todos ellos, desde el punto de vista del auténtico mundo del hampa, de los verdaderos hampones, son […] gente a la que el verdadero mundo criminal desprecia, roba y pisotea. Desde el punto de vista del hampa, los asesinos y ladrones Petrov y Sushílov están mucho más cerca de [Dostoyevski] que de ellos mismos”.

Contextualizada en el periodo del Terror de Stalin, lo que presenciamos en Ensayos sobre el mundo del hampa es el modo en que, paralelamente al régimen comunista, transcurrió la época dorada para los verdugos más déspotas de los gulags (acrónimo de «Dirección General de Campos y Colonias de Trabajo y de Corrección» por sus siglas en ruso); el Estado, incapaz de controlar el enorme engranaje que constituía la gestión de los campos, empezó a delegar el poder en las sociedades criminales dentro de estos con tal de que rigiera el orden. Como se puede intuir, la concesión se tornó gradualmente en connivencia por parte del gobierno, que acabó dejando en manos de los criminales su completa organización. Así pues, en este libro se desglosan los elementos más relevantes de la vida del hampa en los gulags: el valor del (no-)trabajo, el papel de la mujer en la mafia, el rol que cumplía la literatura entre los criminales, entre otros, siempre a través del valiosísimo testimonio del autor.

A lo largo de los cinco primeros libros de los Relatos de Kolimá, el autor estructura su obra en breves pero punzantes historias dotadas de una etérea belleza, como, por ejemplo, la que encontramos en el cuento “Por la nieve” (1956), perteneciente al primer tomo: “¿Cómo abrir paso por un camino de nieve virgen? Al frente de todo va un hombre que, entre sudores y reniegos, se mueve con pasos cortos, atascados en la honda y blanda nieve”. Este último volumen, sin embargo, adopta la forma de unos apuntes que, si bien no cuentan con el valor estético de los otros relatos, están impregnados de la misma crudeza –aderezada con una cierta ironía– que empapa su universo literario, pues Shalámov no abandona ni por un segundo su compromiso con la verdad: “Personas de mayor calibre, como Eshba, exsecretario del comité del partido del Territorio del Cáucaso Norte, fueron arrestadas y fusiladas […], y al resto los remataron los hampones, las escoltas, el hambre y el frío. La participación de los comunes en la tarea de liquidar a los “trotskistas” en el año 1938 fue muy importante”.

Considerando que el texto original bebe de un colectivo que usaba la jerga y las alteraciones del lenguaje como pilar básico de la comunicación (encriptada), es importante destacar que los matices llegan al lector de una forma precisa y muy comprensible, manteniendo el sentido original del escrito en su paso del ruso al español, gracias a la traducción de Ricardo San Vicente, quien además complementa la obra con un postfacio sobre la biografía del autor.

Así, los Relatos de Kolimá en general, y este volumen en particular, constituyen una parte imprescindible del caleidoscopio que es Rusia para todo aquel que quiera comprenderla más allá de Tolstói o Dostoyevski, pues solo gracias a estos pasajes que nos entrega Shalámov podemos aproximarnos a uno de los fragmentos más infames del espectro que conforma el alma rusa, sin el cual nuestra visión permanecería incompleta.

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