Revista de Crítica ISSN 2954-4904
Literatura


Alfonso Valencia, Préndete fuego. Cuadernos y archivos inéditos de Dobais Villafana, Editora de Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa, 2018, 80 pp.


Escribir es intentar ser otro, muchas veces sin dejar de ser el mismo. La famosa frase de Rimbaud sobre la otredad (je est un autre) bien podría ser epígrafe de Préndete fuego. Cuadernos y archivos inéditos de Dobais Villafana, de Alfonso Valencia (Pachuca, 1984), su segunda obra en prosa, que esta vez escapa a la denominación bajo un género. Y es que los cuentos, ensayos, traducciones, experimentos y confesiones de un escritor maldito contemporáneo, Dobais Villafana, logran ver la luz solo gracias a la buena voluntad de un amigo y editor, que nos entrega un libro raro donde la única certeza es que la vida al límite se precipita por sus páginas. Villafana es ese otro que no podemos ser porque no debemos. Es quien tiene la osadía de arriesgarse: hacer que vida y obra se desarrollen en los márgenes porque transgreden la norma, es quien –como Rimbaud– sabe que solo puede convertirse en vidente a través del “desarreglo de todos los sentidos”.

En su breve nota introductoria, seguida de un par de fotografías, Préndete fuego nos invita a pactar con los textos que lo conforman. Se trata, también, de un deslinde: no podemos reprocharle la ausencia de un proyecto discursivo definido, cuando lo que otorga unidad a esta compilación es la incandescencia con que cada línea está escrita: “el acelere de quien no sabe si se quedará trepado”. Así, nos encontramos ante la intimidad de un creador cuya memoria ha sido, de algún modo, profanada. La voz del editor, con ánimo voyerista, nos revela las oscuras circunstancias de la muerte de Dobais: atado, dentro de un hoyo, en una brecha de la carretera, el destino más probable para alguien de su talante, en el contexto actual, donde incluso quien no la debe la paga.

Estructurada en cuatro partes: tres cuadernos y archivos digitales, que revelan documentos del autor clasificados como cuentos, historias, anécdotas o bosquejos de proyectos, Préndete fuego deja preguntas al aire: ¿quién es el autor de esta obra inconclusa?, ¿quién es Dobais Villafana? A partir de esos fragmentos nos corresponde reconstruir la vida y obra de este outsider, a quien podríamos calificar como genio o perturbado, hipersensible o psicótico. Sabemos, por la introducción, que “era de esos que hablan y parece que siempre dicen verdades”, es decir, aquellos que se mueven entre los límites del ser y parecer. Dobais del mismo modo escribe sobre actrices porno y vidas de santas, negros y ranas místicas, manuscritos antiguos y artistas underground, prostitutas y jóvenes promesas literarias, o rayas de coca y amores frustrados, quizá en la búsqueda de semejanzas entre realidades aparentemente irreconciliables. O tal vez porque supo entender que la existencia palpita bajo inusitadas formas.

Los personajes de Dobais se mueven en esferas donde impera el ruido, la violencia y el vértigo, allá donde la realidad se desdibuja y los devora ante las miradas punitivas de las buenas conciencias. En su mayoría son seres que rondan los límites, impulsados por la inercia de quien sabe que todo está perdido.

¿Pero qué nos dice Villafana acerca de nosotros mismos, sus lectores? En las prosas de corte más lírico, la voz de este autor-personaje se muestra con toda la lucidez del vidente, de la cual hablaba el enfant terrible. Se trata de una voz que taladra nuestro juicio, provoca y arrastra, nos hace desviar la mirada por temor a lo que también somos. Dice el texto que da título al libro: “Arde. Mírate un cometa en trayectoria horizontal. Acelera. Crece tu cuerpo con el ruido y las revoluciones por minuto. Siente la sangre correr por tus venas y date cuenta que no es sangre: eres tú, replicando tu movimiento en la carretera de tus venas y arterias. Mira tu sangre brillar, el rastro que dejas sobre el camino”. Dobais Villafana hace un llamado a nuestras pulsiones más íntimas y reprimidas, al presentarse como ese otro que no llegaremos a ser, pero en el que nos deja desdoblarnos.

Préndete fuego es combustión y arrebato, la apuesta por la indagación narrativa donde se desdibujan los límites entre autor-narrador-personaje e interpela a sus lectores con una violencia que desborda. Alfonso Valencia expone el síntoma de un presente que ya no se satisface con formas completas, pues la vida se asoma, arde –apenas–, en el fulgor de una llamarada.

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